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jueves, 15 de noviembre de 2018

NUEVO DETECTOR DE MENTIRAS MÁS FIABLE QUE EL POLÍGRAFO

La Universidad de Granada ha diseñado un modelo de detector de mentiras basado en la termografía de la cara, en el que cuando alguien falsea la verdad la temperatura de su nariz baja, y la de su frente sube.




  •         Es más exacto que el polígrafo, ya que ofrece un nivel de exactitud del 80% y un 20% de falsos positivos
  •       Se basa en el ‘Efecto Pinocho’: cuando se miente, la temperatura de la nariz baja y la de la frente aumenta

Los investigadores, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR, señalan que este sistema es más exacto que el famoso polígrafo (instrumento de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas) y que otras técnicas de imagen cerebral empleadas en investigación, ya que la termografía ofrece un nivel de exactitud de hasta el 80% (un 10% más que el polígrafo).

El investigador principal de este trabajo, Emilio Gómez Milán, apunta que, las dos regiones de la cara claves para medir este ‘Efecto Pinocho’ son la punta de la nariz y la frente. “Cuando mentimos, la temperatura de la punta de la nariz desciende entre 0,6 y 1,2 ºC, mientras que la de la frente sube entre 0,6 y 1,5ºC. Cuanto mayor sea la diferencia de cambio de temperatura entre ambas regiones de la cara, más probable es que esa persona esté mintiendo”, apunta el experto.


Ansiedad y concentración

Esta respuesta se debe a que cuando una persona no está contando la verdad presenta ansiedad, que se manifiesta en la temperatura de la nariz. Esta conducta también le exige una respuesta cognitiva: al mentir debe planificar las excusas, estudiar el contexto, prever posibles contradicciones…; es decir, el cerebro tiene que concentrarse, lo que provoca un aumento de la temperatura de la frente.

Dicho de otro modo, señala el autor, “para mentir hay que pensar, y por eso aumenta la temperatura de la frente, pero también nos ponemos nerviosos, algo que provoca un descenso de la temperatura de la nariz”.

Para el estudio, los investigadores tomaron una muestra de 60 estudiantes de Psicología de este centro, que se sometieron a las pruebas del termógrafo.

  • ·   En una de ellas tenían que realizar una llamada telefónica, de entre tres y cuatro minutos de duración, a su madre, su pareja, un buen amigo…, y contarles una mentira que hubieran inventado, como por ejemplo que habían visto a un personaje famoso por la calle, o que habían sufrido un accidente de tráfico.
  • ·     Y otro grupo debía realizar una llamada similar contando lo que estaba viendo en ese momento en la pantalla del ordenador: imágenes de cuerpos mutilados y accidentes de tráfico.

Ambas situaciones provocaron un estado de ansiedad en los participantes, pero en el primer grupo se observó que se producía el 'Efecto Pinocho', tanto en la nariz, como en la frente, a consecuencia del esfuerzo mental que tuvieron que realizar para urdir el engaño.


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